El mundo de los deportes puede llegar a ser altamente rentable si se logra ser un deportista de élite. Esto ayuda a que muchos deportistas no solo ganen dinero, sino también mucha notoriedad, es por eso que grandes personalidades del deporte han hecho han dejado también su marca a los negocios, algunos que deberías conocer son los siguientes.
Michael Jordan
La primera vez que alguien le puso su nombre a unas zapatillas fue cuándo Nike creó las míticas Air Jordan, esto en un movimiento arriesgado por parte de la marca que dio sus frutos. Esto ayudó a que Jordan empezará a incursionar en el mundo de los negocios. Se estima que el patrimonio neto actual de Jorda excede los 650 millones de dólares desde su retiro en 2003.
Michael Jordan ha sellado grandes acuerdos comerciales con la misma Nike, agencia que le sigue dando aproximadamente unos 60 millones anuales gracias a su marca Jorda, Gatorade y 2K Sports. Actualmente tiene varios negocios entre los cuales se cuentan un concesionario en su Carolina del Norte natal, un equipo de automovilismo y el 80% de las acciones de los Charlotte Hornets, de la NBA.
Tony Hawk
Tony Hawk es un deportista extremo de Skate conocido posiblemente por todos los adolescentes de los años 90. Su popularidad creció enormemente gracias al popular videojuego de Activision, Tony Hawk´s Pro Skater. A finales de los años 80 es cuándo comenzó su éxito y durante los 90 su fama empezó a crecer cuando comenzó a ganar decenas de campeonatos en una disciplina urbana aún en ciernes como el skate.
Gracias a la fama que acumuló Hawk y a la popularidad conseguida con el videojuego que lleva su nombre, decidió fundar su propia marca de ropa llamada Hawk Clothing, marca que terminaría siendo parte de Quicksilver años después. Se estima que gracias a estos negocios Tony Hawk cuenta actualmente con una fortuna superior a los 120 millones de dólares.
George Foreman
George Foreman es un exboxeador doble campeón del mundo en la categoría de pesos pesados. Esta leyenda se retiró a los 28 años del ring para poder convertirse en reverendo y poder montar un negocios de productos cárnicos. Aunque su pasión por el boxeo nunca se apagó ya que en 1987, con 38 años, Foreman volvería a los cuadriláteros con el objetivo de reeditar el título mundial conseguido en 1973.
Perdió en varias ocasiones con destinos rivales pero finalmente volvió a ser campeón en 1944 luego de imponerse ante Michael Moorer. Seguiría compitiendo hasta 1999, y desde entonces se ha dedicado a sus negocios gastronómicos, siendo su empresa una de las más reconocidas en los Estados Unidos.